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domingo, 11 de julio de 2010

Comentario de la semana (11/VII/10)

¿Por qué no están ellos en la final de esta tarde?

Antes de iniciar mi comentario, quiero disculparme por este pequeño letargo que ha durado un mes aproximadamente y que ha venido marcado por el final de curso.Pero volviendo a la pregunta que da título a este comentario, cabe decir que me la he hecho esta mañana al salir a correr por un parque londinense -¡estoy en la tierra en donde se inventó el fútbol,qué paradojas tiene la vida...! y ver cómo estaban entrenando un buen número de muchachos que no tendrían más de 10 años. Pues bien, un subgrupo de ellos, dirigido por un interesado entrenador, estaba disputando un partidillo -un 5x5- en el que el balón rara vez tocaba el suelo. Es decir, que no cumplían en absoluto aquella famosa teoría expuesta por don Alfredo Di Stéfano, según la cual, ya que el balón está hecho de cuero, y el cuero sale de la vaca, y la vaca come hierba, y la hierba está en el suelo...¡allí debe de estar siempre el balón! Y el caso es que tampoco el otro subgrupo, que entrenaba intensamente al lado del anterior, respetaba los principios básicos del entrenamientos aplicados a estas edades de las que hablo; dispuestos disciplinadamente en dos filas paralelas y atentos a la ronca voz del entrenador, hacían ejercicios físicos sin balón y con la intensidad de unos juveniles. Todo un despropósito. Y esta es la base. El fútbol inglés ha mejorado notablemente en la última década, favorecido por la entrada masiva de jugadores extranjeros de gran calidad y por la existencia de una gran respaldo económico, es cierto, pero nuevamente verán la final desde el pub -como yo- o desde el sofá de su casa. Esta es la realidad. El primer mundial que recuerdo en aquellas tardes saharianas de julio y en el café del pueblo fue el de Inglaterra -1966, casi nada-. El humo de los cigarros, las voces de los que jugaban al guiñote y mi corta estatura propia de mis seis años no impedían que disfrutara de aquellas imágenes en blanco y negro en las que Gerd Müller, Gordons Bank o Eusebio -"La Perla Negra"- fomentaban mis sueños futbolísticos.
Hoy estoy en Londres, cerca del mítico Wembley, voy a ver a "La "Roja" en un pub muy británico y Lampard, Terry y Rooney estarán en sus lujosas mansiones de Chelsea o Manchester, pero lejos de Suráfrica. ¡Ya entiendo por qué no están en la final!